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Cómo Actuar

¿Qué hacer?

  • El maltrato infantil se puede prevenir y evitar. Para esto es importante que los padres conozcan y entiendan los procesos que viven sus hijos, de lo contrario es común interpretar algunas conductas de ellos como falta de cooperación, maldad o agresividad.
  • A veces los padres pierden la paciencia porque esperan que sus hijos hagan cosas que aún no son capaces de hacer. Las limitaciones de los niños y niñas no pueden ser motivo de sanción, porque equivocarse y aprender es parte de su desarrollo.
  • Una pataleta o ataque de llanto puede ser mirado de una manera distinta por los padres si entienden que con ese comportamiento el niño está expresando algo y que no lo hace para molestarlos. Los niños son personas con días buenos y malos, al igual que los adultos; tienen miedos, ganas de llorar, cosas que les gustan más que otras, derecho a discrepar de la opinión de los demás y a equivocarse. En la medida que los adultos reconocen esta condición de personas de los niños y respetan sus derechos, se puede fomentar su desarrollo, crecimiento y una mejor relación con sus papás.
  • Un hecho básico e incuestionable es que los niños aprenden más y mejor sin castigo físico. En las últimas décadas se ha comprobado que si se les refuerza con gestos o frases cariñosas, los niños realizan fácilmente los aprendizajes. En términos cotidianos es igualmente importante y necesario, además de establecer límites, comunicar o explicitar abiertamente a los niños cuando sus conductas son positivas y deseadas.
  • Mantener una buena comunicación con los hijos es fundamental. Muchos padres piensan que comunicarse es posible sólo cuando se pueden intercambiar ideas. Eso no es así, la comunicación con los hijos empieza antes de que nazcan y tiene uno de sus momentos más importantes en la etapa posterior al nacimiento. La comunicación es verbal y no verbal. Desde muy chicos los niños aprenden a interpretar los gestos, tonos de voz y conductas de sus padres.
  • Si a un niño se le hace cariño siempre, si se le transmite con gestos y palabras lo importante que es para sus padres y familiares, aprenderá que es una persona valiosa y caminará seguro por la vida. Por el contrario, si un niño sólo recibe descalificaciones, golpes o indiferencia se deteriora fuertemente su autoestima porque se siente poco querido e importante para sus padres.
  • Una de las tareas centrales que tienen los padres en la educación y formación de sus hijos es ponerles límites, es decir, impartir disciplina. Estas normas deben ser claras, de manera que los niños sepan qué conductas están permitidas y cuáles no. Las normas y los límites le dan seguridad a los niños, sin éstos se sentirían desorientados y angustiados.
  • Adaptarse a reglas conocidas y comprendidas es una ayuda para sentirse acogido y seguro. Muchos padres piensan, erróneamente, que el castigo es efectivo sólo cuando recurren a medios violentos. “Si no haces esto, te voy a pegar”, o “ya sabes lo que te sucederá si no me obedeces”, son frases habituales. Nunca se debe sancionar a un niño por su forma de ser o por hacer algo mal en forma involuntaria. Tampoco es bueno amenazar a un niño con quitarle el afecto, “no te voy a querer más si haces esto”, porque es demasiado fuerte y dañino.