El orden republicano es el resultado político de la revolución de independencia. Por medio de este proceso se pretendió desmontar el antiguo orden monárquico y construir las condiciones e instituciones necesarias para una vida social y política fuera de la administración imperial, proceso que implicó profundos cambios en el país. 

En el resto de América, los nuevos Estados también experimentaron grandes cambios. La mayoría optó por la creación de repúblicas. Entre los elementos comunes que tuvieron las nacientes repúblicas se encuentran un carácter oligárquico, es decir, el poder se concentró en las élites; la concentración de la riqueza y el establecimiento un voto censitario, por lo que solo quienes tenían un determinado nivel de riquezas podían sufragar.